REGRESO A CASA
Tomé la buseta a las dos. El sol estaba muy fuerte.
Comí en el restaurante qvo-vadis, como siempre. Todos me quedaron mirando
cuando entre, y el mesero me dijo: “mesa hay una sola.” Cuando partí, me fui me
acompaño hasta la puerta. Pues tenía que regresar a mi casa y ya era de noche,
me sentía muy asustado.
Corrí
para tomar la moto porque la calle estaba muy sola. Llegue a la casa muy
adormecido y oliendo a gasolina me dirigí a mi cuarto a descansar, tras un día
largo y sin poder dormir cerré mis ojos y me dedique a descansar toda la noche
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